1. Queremos estar en el mapa de las mujeres que escriben con sentido.
2. Las palabras bonitas sirven cuando ayudan. Y, sobre todo, cuando lo hacen de manera indisoluble: si te ayudan a ti, ayudan a alguien más.
3. Escribimos más que para comunicar: para crecer, para dar sentido, para dar profundidad.
4. Ni nos quedamos en la superficie de las palabras, ni en la parte convencional de conocer a alguien: vamos al fondo. Queremos conocernos bien.
5. Nos gusta hacer un homenaje a las flaquezas porque escribiéndolas conseguiremos hacerlas fuertes.
6. Cambiando tus preguntas, cambias tus resultados.
7. Las palabras se habitan emocionalmente, como habitas tu casa. A veces hay que vaciarlas, moverlas de lugar o limpiarlas.
8. Escribiendo se deshacen nudos, bloqueos creativos y existenciales. Además, nadie te juzga cuando escribes para ti.
9. La poesía TAMBIÉN vende.
10. Hasta que no crees en ti, no entenderás la palabra abundancia. Start believing!