MANIFESTO
de las marcas
con amor propio

Tu marca tiene su lugar exacto en el mundo.
Si no lo crees y creas tú,
nadie lo hará.

Nos conocemos bien,
sabemos lo que nos hace diferentes.


Nos valoramos de manera positiva
y esto, al final, se convierte en un hábito saludable.

Sabemos cuál es nuestro propósito en este mundo
y no dedicamos esfuerzos a quien no quiere ser ayudado.

Somos fieles a nuestros valores,
en cómo lo hacemos y cómo lo comunicamos.

Nos respetamos y nos valoramos profundamente,
sabemos convertir nuestras debilidades en vitaminas de crecimiento.

Somos seres (y marcas) perfectamente imperfectos,
no seguimos las modas, ni tendencias, solo nuestra autenticidad.


Somos coherentes y transparentes,
no nos desmoronamos ante la crítica, la utilizamos para crecer.

La sinceridad es nuestro camino
y la única manera de empatizar con nuestros clientes.

No somos para todo el mundo y no todo el mundo es para nosotros,
por eso, no tememos a la competencia, aprovechamos ese miedo para mejorar.

Este manifesto es el punto de partida de las marcas libres.

¿Quieres sentir tú también orgullo por tu marca?